El rotomoldeo es un método utilizado para producir piezas de plástico huecas. Normalmente se asocia a la producción de tanques y depósitos, pero esta tecnología se está empezando a aplicar para hacer distintas piezas de plástico para el sector médico, agrónomo, jardines, componentes automotrices, juguetes, equipo deportivo…

En las últimas décadas ha habido una serie de avances técnicos muy importantes que han dado lugar a una mejora de la tecnología con nuevas máquinas, moldes y materiales a precios muy competitivos.

El principio de funcionamiento del rotomoldeo es sencillo y permite al fabricante controlar con mucha precisión las dimensiones de su piezas y sus propiedades. Los moldes utilizados con esta técnica son relativamente económicos y permiten la realización de piezas huecas sin soldaduras controlando el espesor de la pared sin tener que retocar el molde. El proceso es muy automatizable y no existe merma de materia prima.

Con un diseño adecuado del molde y el uso de un buen desmoldeante es posible rotomoldear piezas complejas que serían difíciles de producir mediante otros métodos como el soplado o el termoformado.

El proceso consiste en introducir una cantidad de resina plástica en polvo, normalmente granulada, en un molde hueco con forma de concha. El molde se calienta a temperaturas superiores a 200ºC mientras gira en dos ejes a una velocidad de rotación entre 5 y 25 revoluciones por minuto para que el plástico se funda y se adhiera formando una capa sobre la parte interna del molde. En la fase de enfriamiento el molde sigue girando para que el plástico solidifique homogéneamente con la forma deseada. Una vez el plástico obtiene las propiedades y forma final deseadas, se para la rotación del molde y se saca la pieza.

La materia prima utilizada en este método puede aplicarse tanto en formato líquido (PVC-Flexible o PVC-Plastisol) como en polvo (HDPE, LDPE, LLDPE, Polietileno entrecruzado, EVA, Nylon, Policarbonato).

Figura 1. Proceso de rotomoldeado

Concentrol ha desarrollado en sus laboratorios el desmoldeante base solvente CONCENTROL LP PD-106 y el desmoldeante base agua CONCENTROL PA-2, ambos de gran eficacia para el método de rotomoldeo.

Estas referencias se aplican sobre el molde al principio del proceso proporcionando una barrera lubricante protectora para la superficie metálica del molde y garantizando el contacto del molde con el plástico durante el ciclo de calor y el ciclo de enfriado hasta que la pieza obtiene la cohesión necesaria en su estructura. El mismo desmoldeante permite una rápida y fácil extracción de la pieza del molde sin ninguna abrasión en la superficie.

El producto desmoldeante no se transfiere a la superficie del producto final por lo que no interfiere en procesos posteriores. Dependiendo del tipo de plástico no es necesario un curado del film antes de proceder al rotomoldeado y el acabado satinado que proporciona al producto es apto para la mayoría de piezas.

La excelente eficacia del producto permite que con una sola aplicación se puedan realizar varios ciclos.

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