Las aguas residuales son cualquier tipo de agua la calidad de la cual se ve afectada negativamente por influencia antropogénica e incluyen las aguas usadas, domésticas, urbanas y los residuos líquidos industriales o mineros eliminados, o las aguas que se mezclaron con las anteriores (aguas pluviales o naturales). 

Para garantizar la salubridad y la sostenibilidad, hay que tratar debidamente estas aguas residuales. Este proceso consiste en una serie de procesos físicos, químicos y biológicos que tienen como objetivo eliminar los contaminantes presentes tanto en efluentes industriales como urbanos. 

Dentro del tratamiento de aguas residuales, se distinguen 3 tipos principales: tratamiento primario o tratamiento fisicoquímico, tratamiento secundario o tratamiento biológico y tratamiento terciario. Hay quién considera un cuarto tipo de tratamiento anterior al primario que incluye las etapas preliminares para el correcto procesamiento del agua.

 

Tratamiento físico-químico o primario

Tiene como objetivo reducir los elementos suspendidos en el líquido mediante precipitación o con la oxidación química. Es de aplicación común en depuración de aguas de origen industrial. Entre los métodos más comunes de este tratamiento encontramos la flotación y la coagulación-floculación

Cuando la materia suspensa en el agua tiene una densidad inferior o igual a la del agua, como óleos, grasas o emulsiones que no sedimentan, se aplica el método de flotación. Consiste en generar una gran cantidad de burbujas de aire que desplazarán los elementos suspendidos hacia la superficie quedando concentrados y fácilmente extraíbles. 

Si la medida de las partículas mezcladas con el agua es muy pequeña y no sedimenta o lo hace demasiado lento, se utiliza el proceso de coagulación-floculación, que consiste en añadir sustancias químicas que generan la coagulación de las partículas a remover favoreciendo su floculación y sedimentación. 

Otras opciones para eliminar las sustancias nocivas de las aguas residuales son la precipitación, el intercambio iónico o el tratamiento con UV.

 

Tratamiento biológico o secundario

Se aplica a menudo, pero no necesariamente, después de los tratamientos fisicoquímicos. Realiza el uso de microorganismos que se encargan de degradar activamente la materia orgánica o contenido biológico porque los elementos a eliminar se liberen del medio acuoso. Se distinguen dos procesos diferentes segundos si tratamos la materia basada en oxidantes o no, los procesos aerobios y los procesos anaerobios

En los procesos aerobios, se incorporan microorganismos aerobios con el objetivo de incrementar el contenido de oxígeno en el líquido por medio de riegos de superficies sólidas, agitación y ventilación sumergida. Las sustancias biodegradables disueltas sirven de alimento a los microorganismos incorporados convirtiéndose en biomasa de condiciones aerobias, dióxido de carbono y agua. A continuación se realiza la eliminación de compuestos de nitrógeno del agua que se está tratando mediante la nitrificación y la desnitrificación. La nitrificación utiliza los microorganismos para convertir el amonio de las aguas residuales en nitratos, la desnitrificación reduce el nitrato a nitrógeno permitiendo que el producto escape en estado gaseoso hacia la atmósfera. 

Por otro lado, los procesos anaerobios, también considerados fermentativos o degradantes, se caracterizan por convertir la materia orgánica procesada en compuestos de metano y dióxido de carbono mediante bacterias que se encargan de la degradación de los sólidos que llegan hasta esta etapa. No hay ningún compuesto a base de oxidantes, de forma que las reacciones químicas resultantes de estos procesos liberan una pequeña parte de la energía mientras que el restante energético permanece en el compuesto de metano.

 

Tratamiento terciario

Finalmente se realiza el tratamiento terciario, que puede tener naturaleza fisicoquímica o biológica. Para afinar el resultado de la composición del efluente, los métodos aplicados serán muy variables en función del origen y destino del agua a tratar.

En todos los tratamientos especificados es común la formación de espuma en el líquido tanto por la agitación del medio en procesos hidráulicos o mecánicos así como la ventilación intencionada. Esta espuma fuera de control puede generar irregularidades en los procesos así como dañar la maquinaria utilizada o producir alteraciones en los sistemas de depuración biológicos aumentando los costes asociados y disminuyendo la productividad de los procesos. Por este motivo es necesario incorporar agentes auxiliares en los procesos conocidos como antiespumantes.

Los antiespumantes son productos químicos que permiten controlar y, si hace falta, eliminar la espuma en el agua tratada para evitar las consecuencias negativas de su aparición o exceso en etapas en que no se desea. Los antiespumantes contienen tensioactivos que permiten el control la tensión superficial del líquido. Los antiespumantes se difunden con rapidez en la interfase líquido-gas para desestabilizar las estructuras micelares favoreciendo el colapso de las burbujas.

Los antiespumantes para el tratamiento de aguas pueden ser necesarios en sectores industriales muy diversos. Su composición y formulación dependerá de los procesos a los cuales se somete el agua y los tratamientos fisicoquímicos o biológicos utilizados como agitación o ventilación, reactores biológicos, arquetas de control y colectores, sistemas de destilado y vacío, etc. La selección de cada producto químico irá en función de los tensioactivos presentes en el agua, de la ingeniería y de la calidad del agua requerida.

Concentrol ha desarrollado la gama de antiespumantes EMULTROL DFM, que incluye soluciones diseñadas específicamente para el tratamiento de aguas residuales en diferentes sectores industriales. 

Con décadas de experiencia en un amplio abanico de sectores, Concentrol cuenta con un extenso conocimiento de la naturaleza de las aguas e ingeniería de los procesos de tratamiento de aguas de la mayoría de industrias. Gracias a esto, el equipo técnico de Concentrol trabaja junto con los expertos de cada industria para conocer en profundidad los requerimientos específicos para proveer la solución que mejor se ajuste a las necesidades de cada cliente, consiguiendo así el mejor resultado por el mejor coste.

La gama de antiespumantes EMULTROL DFM están formulados a base de óleos minerales, óleos vegetales o siliconas. Constan con un porcentaje alto de materia activa, siente pues muy eficaces en el control de la espuma con dosificaciones muy pequeñas. 

Se consigue un óptimo funcionamiento de las instalaciones y de los procesos gracias al acompañamiento técnico, puesto que permite configurar una solución según las particularidades de cada caso, y así obtener un ahorro económico considerable.

 

Referencia Composición % Sólidos Propiedades
Emultrol DFM DV-1 T  Antiespumante en emulsión con contenido del 10% de silicona 15 Muy  estable, incluye la dilución con agua al 50% (1:1)
Emultrol DFM DV-8 P Antiespumante en emulsión con contenido del 5% de silicona 8 “Ready-to-use”. Debido a la concentración/dilución, se incorpora muy  rápidamente.
Emultrol DFM DV-25 S Antiespumante concentrado base silicona  25 Precisa de dilución antes de su uso (1:1). 
Emultrol DFM AFO-5 Antiespumante en emulsión en base aceites vegetales 22 100% biodegradable. No obtura membranas.
Emultrol DFM OLM-14 Antiespumante base hidrocarburos 100 Olor característico a hidrocarburo y no obtura membranas.
Emultrol DFM OLM-12  Antiespumante base aceites minerales (contiene silicona) 100 Se utiliza cuando los antiespumantes de silicona no hacen efecto.
Emultrol DFM CP-20 Antiespumante base silicona 100 Se utiliza en dilución, para fabricar antiespumantes al 5-10% de silicona 

El amplio recorrido en aditivos de Concentrol y la experiencia en antiespumantes para el tratamiento de aguas residuales capacitan a la empresa de ofrecer soluciones individualizadas para cada situación, a partir de estudios, ensayos y pilotajes llevados a cabo en los laboratorios Concentrol.