El crayón, palabra procedente del francés y que significa lápiz, es una barra de cera coloreada que se utiliza para dibujar y pintar. Los crayones se elaboran mediante una mezcla de ingredientes en recipientes a alta temperatura, a más de 100ºC, que permiten mantener fundida la cera, en este caso de parafina, y mezclar con agitación los pigmentos y otros aditivos necesarios. Una vez la mezcla está hecha se vierte sobre moldes metálicos que formarán los crayones y posteriormente se enfría usando agua como refrigerante.  

Es en este momento en el que se detecta visualmente si los crayones están bien o si se han roto, en cuyo caso se envía de nuevo a ser fundido y moldeado. Este es el principal problema de los crayones: su alta posibilidad de rotura. Para eso es necesario utilizar un buen desmoldeante para facilitar la extracción de los crayones, que junto a unos eyectores en el momento de la extracción evitan que se rompan y se tenga que repetir el proceso bajando así la productividad. El desmoldeante, aplicado con un pulverizador manual, actúa como anti-adherente formando una película grasa lubricante sobre el molde, facilitando la extracción de los crayones con menos esfuerzo y evitando roturas del producto.

Otro reto que presenta la fabricación de crayones es la necesidad de que el desmoldeante utilizado contenga ingredientes aptos para el contacto alimentario, dado que, aunque los crayones no son comestibles, la probabilidad de que los niños se lo lleven a la boca es muy alta. 

Ante estos retos, Concentrol ha desarrollado la referencia PROTILAT ADP-8 L, un producto formulado al 100% con ingredientes GRAS (Generally Recognized as Safe Substances) por la FDA, un desmoldeante que ayuda a evitar la rotura de los crayones y que es apto para el contacto alimentario. Esta solución se trata de un producto abrillantador y antiadherente para caramelos de goma y regaliz, además de utilizarse como desmoldeante en la producción de productos de confitería y de los crayones, cuya alta efectividad ha sido ya probada. 

La creación de este producto es una muestra más del espíritu innovador de Concentrol; en un nuevo ámbito y sin ser un sector estratégico, se ha conseguido de nuevo aportar la solución ideal a las necesidades del cliente, resolviendo su reto a medida. Y es que, igual que los crayones dan alas a la creatividad de los más pequeños, Concentrol encuentra las soluciones que mejor se adaptan a las necesidades de sus clientes y les permite llegar a su máxima productividad.